Esta es una imagen de bonguis que fueron recogidos
en septiembre en la sierra de Tineo.
Se pueden comer o beber como infusión.
Se produce una agudización de los sentidos y una estimulación efectiva (provocando inhibición o extraversión) facilitando la expresión de los sentimientos.
Algunos de los efectos pueden ir desde cierta hilaridad, desinhibición o locuacidad: pasando por alucinaciones visuales y auditivas; y una percepción distorsionada de la realidad, el tiempo y el espacio, hasta a "malos viajes" y ataques de pánico.
Los efectos a nivel físico pasan por un aumento de la temperatura corporal, alteraciones gastrointestinales (nauseas, diarreas y vómitos); trastornos perceptivos, pérdida del equilibrio...
Como la mayoría de las drogas alucinógenas, el efecto dependerá mucho especialmente del estado de ánimo de la persona.
No se ha demostrado que genere dependencia, pero si una rápida tolerancia.
Acostumbra a darse tolerancia cruzada con otros alucinógenos.
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